Tiras para el control del azúcar: otro mito que cae


«Toda la vida se ha hecho así» es una sección de la revista AMF que se dedica, básicamente, a desmontar mitos. Como el uso de los corticoides con Vitamina B12 en inyección intramuscular en la lumbociatalgia, o que no hay que beber más líquidos para favorecer la expulsión de las litiasis urinarias. Aunque personalmente creo que la revista en general no tiene desperdicio y que es una de las mejores ideas editoriales que se han puesto en práctica en nuestro país en los últimos años, de todas ellas la sección más interesante es precisamente ésta.

En el último número se han ocupado de revisar hasta qué punto el uso de tiras reactivas para autocontrol por los pacientes diabéticos tipo 2 mejora o no el control metabólico. Qué cosa eso de hacerse este tipo de preguntas… No puede ser más oportuna la revisión, puesto que algunas comunidades autónomas han restringido el uso de las mismas, lo cual ha motivado una airada reacción de los lobbys de pacientes diabéticos, que piden abiertamente «libertad» para que los médicos se las receten. También nos recuerda FENIN, la federación española de empresas de tecnología sanitaria, lo satisfechos que están los diabéticos con las maquinitas de control del azúcar…

¿Qué dice la revisión? Concluye rotundamente:

  • Que para el caso de los pacientes en tratamiento no farmacológico no está justificada.
  • Que para los diabéticos tipo 2 en tratamiento con antidiabéticos orales sólo está indicado en casos muy excepcionales.
  • Que para determinados diabéticos tipo 2 en tratamiento con insulina podría haber un beneficio: para los casos de cambios recientes en el tratamiento, disminuir el temor a las hipoglucemias (que no las bajadas en sí del azúcar) o ver el efecto en determinadas ocasiones de las comidas o del ejercicio.

El autocontrol no mejora el control metabólico pero sí aumenta la adherencia al tratamiento. Los estudios farmacoeconómicos no avalan su uso (dado el gran impacto económico). Por tanto, no parece para nada adecuada la generalización de la recomendación de su uso en todos los pacientes diabéticos, sino sólo en determinadas circunstancias, sobre todo de los pacientes en tratamiento con insulina.

Total, que no hace falta pincharse tres veces al día… dejarse la yema de los dedos como un coladero no sólo no sirve para controlar la diabetes, sino que favorece un estado de hiperpreocupación y de sensibilización extrema que psicopatológicamente no es muy sano que digamos. Al margen del impacto que tiene en las malsanas cuentas sanitarias…

Los endocrinos de Valencia, una de las comunidades donde se ha restringido el acceso a las tiras (ojo, restringido, no eliminado), elaboraron un informe con recomendaciones similares. Pronto reaccionaron las enfermeras y las educadoras de diabéticos de esta comunidad ante este informe, aludiendo a las evidencias en favor del uso de las tiras reactivas. La presión es tan alta por parte de las empresas tecnológicas, los lobbys profesionales y de asociaciones de pacientes, que los endocrinos han tenido que emitir una nota justificando su decisión.

Con todos los respetos, y sin acritud, pregunto: ¿Será que la evidencia científica no es la misma para todos? ¿Porqué lo llaman libertad cuando quieren decir libertinaje?


9 comentarios on “Tiras para el control del azúcar: otro mito que cae”

  1. rafabravo dice:

    no algunas evidencias son mas evidencias que otras , sobre todo si están en manos de colectivos políticamente correctos, aunque ignorantes.
    Prometo que después de lo de la gripe A y esto le atizo al que venga a hablarme de uso racional del medicamento.

    • Enrique Gavilán dice:

      El uso adecuado del medicamento interesa más al gerente, que debe cuadrar unas cuentas, que el político sanitario, que debe atender también los intereses de los sectores industriales que se lucran con la actividad que la sanidad genera. El problema es que la política (o más bien el juego partidista) lo salpica todo, y de ahí que veamos en actos electorales no sólo a directores generales y consejeros de sanidad, sino también a gerentes, gestores y cargos intermedios, que además se autodefinen también «políticos». Con lo cual realmente no interesa hacer un AUM, sino controlar el gasto sanitario, siempre que éste no choque con los intereses de las empresas del sector, en cuyo caso «se llegan a consensos» (el uso adecuado de los recursos no se consensua, la evidencia no se consensua, es un contrasentido).
      Hay tanta confusión en este mercado que lo único cierto es que gerentes y políticos sanitarios han perdido la poca credibilidad que tenían.
      Abrazos

  2. miguel dice:

    En Valencia levantó ampollas y los profesionales se quejaron mucho. Pero es que el mundillo de la diabetes tiene detras muuuuuuucha pasta…

    • Enrique Gavilán dice:

      Ese es el problema, quizá. Mueve pasta y recursos humanos también, no lo olvidemos. Si ahora ciertos profesionales se quedan sin pinchar dedos, ¿qué harán? Pues realmente, se me ocurre, hacer otras cosas, como realmente considerar la perspectiva del paciente, que es experto en su cuerpo y en su enfermedad, y ponerse a su servicio con el objetivo común de ensanchar y alargar su vida. Por ejemplo (no seré yo quien le diga a los demás qué tienen que hacer).
      Abrazos

      • Kike dice:

        Estimados compañeros, yo soy uno de esos «ciertos profesionales si me quedo sin pinchar dedos, ¿qué haré?», es decir enfermero.

        Llevo un cuarto de siglo luchando entre otras cosas con «las puñeteras tiritas del azucar» para darles racionalidad y verdadera utilidad, lo que me ha supuesto algún que otro disgustillo con gerentes, endocrinos, unos pocos usuarios y… con algún médico de familia que no entendía que darle gusto al usuario no siempre beneficia su salud ni tampoco la de la sostenibilidad del sistema sanitario («Dale más tiritas a fulanita». P.O.M.).

        A modo de anécdota, y solo de desgraciada anécdota, diré que hace menos de un mes, las hijas de un diabético tipo II descontrolado desde siempre (IMC>43, TArt>160/95…) me «exigieron» su derecho a más tiritas de las que indica nuestro protocolo pues para eso cotizan y no aceptaban tener que enseñarme las cifras de los autocontroles, quién era yo para fiscalizarlas. Ni mi compañera médica ni yo usando nuestras mejores artes conseguimos hacerlas entrar en razón y tuvo que intervenir la Guardia Civil para desalojarlas de nuestras consultas y que las agresiones verbales no fuesen a más. Está pendiente de juicio y me ha supuesto uno de mis mayores disgustos profesionales puesto que siempre he mimado en extremo la relación con mis pacientes puesto que la considero de vital importancia.

        Cuento esto porque me duelen los puyazos que desde el principio de los tiempos las enfermeras tenemos que soportar periódicamente. Entre las enfermeras y enfermeros, al igual que entre las médicas y los médicos (y probablemente en una proporción similar por aquello de la aleatorización de la estupidez) también hay quien hace algo más que pinchar dedos y controla un poco de diabetología, se moja con el sistema… Y también reconozco que «entre los nuestros», al igual que «entre los vuestros», hay quien no se merece el sueldo.

        Gracias por este espacio en el que «a propósito de un caso», en este caso las puñeteras tiritas del azucar, con cariño y sosiego podemos hablar de médicos y enfermeras.
        Un abrazo y mucho ánimo.

      • Enrique Gavilán dice:

        Hola, Kike,
        Pues sí, es desagradable el altercado que nos cuentas. Por desgracia, las prestaciones sanitarias se entienden sólo como un derecho y como una obligación, pero no como un deber y una responsabilidad.
        Es cierto que no conviene generalizar. No quería ofender a ningún colectivo profesional, y menos a enfermería, cuyo papel en el sistema sanitario es tan importante o más que el de los médicos. Ahora bien, lo que me distrae y no me gusta ver es que haya profesionales que crean que la base de la atención sanitaria en primaria sea hacer controles de salud, por poner sólo un ejemplo. Entre otras cosas porque cada vez vemos más ejemplos de que estos controles tienen poco de saludables.
        Un abrazo,

  3. Miguel Angel dice:

    Solo tienes que ver que la maquinica, con lo cara que es, la regalan… el negocio está en las tiras, y me lo dijo uno que las fabrica y vende.

    • Enrique Gavilán dice:

      Pasa igual con las impresoras: cuesta casi más comprar un par de cartuchos de tinta que comprarse una nueva.
      Técnicas de marketing, supongo.

  4. […] ya sabréis que nos encantan los artículos de desmontar mitos. Por eso, de forma inmediata, esta entrada de Enrique Gavilán acerca del uso de tiras reactivas para control metabólico por parte de los […]


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