Médicos en precario relatan sus experiencias en Diario Médico


(Imagen extraída de Aernsot)
El mercado laboral cambia que da gusto, cual si fuera un mercado de valores bursátiles cualquiera.
Cuando comencé la residencia aún quedaban bolsas de médicos parados. Pronto comenzó a oirse la ya ultraconocida frase de «no hay médicos», de manera que durante varios años parecía que la situción no podía más que convertirse en crónica. Sin embargo, ahora no es extraño encontrarse con médicos en paro. Lo hemos comentado en alguna ocasión en este blog, y personalmente también en el que anteriormente colaboraba. Algunas de las experiencias que se comentan en estos dos post son alucinantes…
Ahora Diarío Médico se apunta a la moda de dar cabida a historias de médicos en paro. En portada de su edición web incluso dan acceso a una dirección de correo invitando a que cualquiera que pase por una situación similar lo cuente.
Estoy por hacer un inventario de estas historias y luego mandarlas a las direcciones de recursos humanos de las consejerías de sanidad de las comunidades autónomas. ¿Qué os parece?

Adios, Dr. Soria


Nuestro querido (ex)Ministro de Sanidad, el Dr. Soria, nos deja.

(Imagen extraída de «El Confidencial«)

Quizá ha sido fruto de la presión que desde este blog hemos ejercido en estos últimos días… A recordar: lo hemos nombrado «Finalista» en el concurso mensual del «Empleado del mes» en el pasado mes de Marzo, y hemos dudado de si conocía o no lo que es un centro de salud. La postilla la pusimos apenas hace apenas 2 días, cuando poníamos en tinieblas el acuerdo con Farmaindustria y las contraprestaciones que le pueda haber concedido el ilustre Dr. Soria a cambio del compromiso verbal de la patronal farmacéutica de mantener puestos de trabajo e incrementar el presupeusto en I+D.

Ahora deja el corral revuelto, con las autonomías un poco molestas por haber anunciado unilateralmente, con vacacionalidad y alevosía, sin consenso con el pleno de la comisión de recursos humanos del consejo interterritorial ni de las sociedades científicas, con un desfavorable informe de troncalidad y en contra de toda la lógica derivada de la crisis económica y la falta relativa y teórica de médicos, y un día antes de su marcha, su decisión de crear la polémica especialidad de medicina de urgencias… Menudo pastel le deja a su sucesora.

A propósito: todos recordamos la visita reciente del Dr. Soria a Singapur. Hay quien aventuró a raiz de esa visita que uno de los propósitos escondidos del ilustre era buscarse líneas de cooperación o reanudar lazos con el pais asiático en previsión de su futura salida del gobierno. No hay que olvidar que el Dr. Soria ya estuvo «exiliado» durante la época de Aznar en dicho país. ¿Será Singapur su retiro espiritual? ¿Sabía el Dr. Soria cuando planeó la visita que ya abandonaría el ejecutivo? ¿Estaba en su agenda negociar su futuro inmediato?

Yo, visto lo visto, de mayor quiero ser ministro de sanidad, para darle un empleo a mi mujer, médico, que está en paro.


Médicos en paro



Faltan médicos… Se me revuelven las tripas cada vez que lo escucho, y es mucho ya el tiempo en que la náusea me ronda. Soy médico de familia. Estoy en paro. Sé que no soy la única. Faltan médicos… ¿Dónde estamos esos médicos que para el sistema no existen? Yo estoy ahora mismo delante del ordenador de mi casa. Estoy apuntada a las bolsas de trabajo de 4 áreas de la provincia (¿existen esas bolsas?), en 4 categorías en cada una. Vengo del Servicio de Empleo de mi comunidad. Incluso he ido a hablar con algún director de las residencias que dependen de la Junta y que no se gestionan directamente desde el Servicio de Salud. Pero estoy en mi casa, delante del ordenador, contemplando a lo lejos el despertar de la primavera. Y no puedo por menos que pensar en Los lunes al sol. Y los martes. Y los miércoles. Y los jueves viernes sábados y domingos. Y vuelta a empezar con otro lunes.
Llevo toda mi vida estudiando, formándome y preparándome, intentando mantener unos ideales por los que un día decidí estudiar Medicina y ser Médico de Familia. Pero no es suficiente. Porque faltan médicos. ¿Dónde estoy que parece ser que no existo? ¿Dónde falto? En mi casa no. ¿Quién se ha inventado esa terrible y tan extendida frase FALTAN MEDICOS? ¿Quién es responsable de que mi abuelo se resigne y aguante situaciones límite cuando va a su Centro de Salud en el pueblo porque faltan médicos? ¿A quién se le va a caer la cara de vergüenza cuando se descubra que lo que falta es planificación y lo que sobra es demagogia? Y lo que más me importa: ¿podré yo que falto remover alguna conciencia para que no se nos tome más el pelo? ¿será escuchada esta voz que supuestamente no existe? Aunque me duela reconocerlo, y me duele mucho, hace tiempo que dejé de creer que podía cambiar el mundo. Pero faltan médicos, y nadie puede ayudarme con mi dolor.

Y desde luego, hay que contextualizar el problema. Estamos es crisis. Todos. Obreros de fábricas, peones de la construcción, vendedores de coches… pero también parece que la administración pública y por ende los contratados por ella. O sea, los médicos. Que nadie se llame a engaño. Estamos todos en el mismo barco.