Mayo, mes de docencia y ciencia


Eso es. Aunque no soy tutor acreditado, ni lo está el centro donde trabajo, ni soy oficialmente colaborador de la unidad docente, tengo en este mes de mayo mi primera residente. Una R1 (recién ahora pasada a R2), inquieta, a veces descarada. ¿Y porqué conmigo, si no cumplo los requisitos de la Comisión de la Especialidad? No, no es por aprovechar ahora que han cesado en sus funciones para hacer algo irregular (¿irregular, digo?). Es porque ella, y su tutora, Nieves, se han empeñao. Menudo premio, menuda responsabilidad. ¡A ver si estoy a la altura de tanto crédito!

Prometí darle caña, y no dejarla respirar. Por lo pronto para mañana, después de su primer día de rotación rural, ya tiene varias tareas-preguntas para casa que espero mañana resolvamos en el viaje de ida a Serradilla: porqué mejor prednisona que deflazacort para el tratamiento de las agudizaciones de la EPOC, y qué pauta, y porqué no es necesario las clásicas pautas descendentes de corticoides. Y porqué mejor amoxicilina que levofloxacino para las reagudizaciones sin criterios de gravedad.

En la hora de consulta administrativa, mientras yo me peleo con las recetas y los papeles, ella a la biblioteca, estudio intensivo de artículos sobre los objetivos que ella misma ha marcado (razonamiento clínica, toma de decisiones compartidas, cómo integrar las actividades preventivas en una consulta de medicina de familia y atención al anciano mayor inmovilizado), luego consulta, domicilios, urgencias, lo que el día nos de de sí.

Y luego, por las tardes, en los huecos entre juegos y juegos con los críos en el parque, por las noches, los fines de semana, cuando pueda, me toca ultimar, junto con mi pareja de baile Antoñito Villafaina, los detalles de un libro sobre polimedicación y salud, la planificación de un curso sobre el mismo tema para toda Extremadura, y por último, cerrar dos artículos originales de un trabajo de investigación que hemos acabado este año y el capítulo de un libro de los 30 años de la FADSP sobre ayer, hoy y mañana de los sistemas de información en nuestro país. Ahí es nada.

El blog, como podréis, debe esperar. O al menos, pasará a estar en segundo-tercero-cuarto plano. Primero, la vida, la ciencia y la docencia.

Buen mes de mayo (y también, puede, junio, julio…) a todos.


5 comentarios on “Mayo, mes de docencia y ciencia”

  1. clarabs dice:

    Me acuerdo de aquella cita de Bertolt Brecht sobre los que luchan todos los días…
    Pues eso. Feliz mayo, que toca florecer.

  2. EnriqueG dice:

    Esperaremos Enrique, lo primero es lo primero.

  3. Nieves dice:

    Menos mal que eres el tutor «irregular», los «regulares» quizás enseñamos a aceptar con esfuerzo las múltiples limitaciones que nos acompañan como seres de carne y hueso.
    Si puedo, mis residentes rotarán todos contigo, es una fortuna contar contigo. Gracias Enrique.

  4. miguel dice:

    No nos hagas esto Enrique! Aunque te entiendo… Suerte con todo! Si me acerco a tu ciudad, te aviso y nos vemos.

    Un abrazo enorme

  5. Patter dice:

    Sabía yo que no ibas a poder estar alejado de la docencia mucho tiempo. Cuidadín con los resis «inquietos» y «descarados», a veces no valoran el trabajo en la sombra que se hace por ellos. Suerte en todos tus proyectos.


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