Ya somos mayorcitos para decidir cómo hacer nuestro trabajo…
Publicado: 14 marzo 2011 Archivado en: Uncategorized | Tags: Atención Primaria 10 comentariosLa extraordinaria foto fruto de la imaginación de Clara Benedicto y de las hermanas María y Raquel Gómez Bravo da pie a un atrevido grito de libertad: Es hora de que decidamos por nosotros mismos. Sin duda.
Gracias a Jaume y Sergio por dar forma a nuestros anhelos.
Enrique ,enhorabuena por la parte que te toca que no e pequeña, pero anda que menudas «niñas» te han salido
por cierto el titulo de este post ………..¿no es un grito de libertad?
Un grito casi desesperado, diría yo. Y si es compartido por, no digamos el 100% de los que trabajamos en AP, me conformo con sólo el 25%, imagina lo que sería… ¿nos lo creemos?
bueno la libertad esta en el aire, solo hay que aprehenderla.
incluida en la prescripción
bueno la liberta esta en el aire, solo hay que aprehenderla.
incluida en la prescripción 😉
Incluida, pero no es la única manifestación de la autonomía profesional. De nada sirve reivindicar la libertad de prescripción y seguir en un contexto en el que ésto sería el chocolate del loro, ¿no crees?
efectivamente, pero hay que empezar por reforzar los sitios débiles y por donde ataca el enemigo simplón,
pero no no es el único también pro ejemplo los catálogos de pruebas diagnosticas o las misma prescripciones inducidas
La parte que le toca a Enrique es inmensa 🙂
Lo veo todos los días incluso en los que estamos empezando: aceptamos lo existente antes de imaginar lo posible. No sabríamos qué contestar si nos pidiesen, como a los niños, que dibujásemos nuestra Primaria ideal.
Lo primero es lo que preguntas: ¿nos lo creemos? (y luego… ¿estamos dispuestos?)
Ya lo decía Calamaro… http://is.gd/iNFtGq
Clara,
Yo sí que tengo clara qué Atención Primaria quiero, la que me gustaría que existiera. Sin idealizar, siendo realista y posibilista. Yo me la creo. Y estoy dispuesto. La cuestión es que nos dejen. Y si no nos dejan qué estamos dispuestos a dar por hacer que nos dejen.
Besos
«Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad.» Benjamin Franklin
Enhorabuena
M. Angélica
Gracias, Ang, bonita cita. Saludos